¿Afecta el consumo de café a los niños?
Una interrogante bastante frecuente que nos planteamos, sobre todo como padres, es si los niños pueden consumir café. En diversas partes del mundo se siguen formulando esta pregunta y a qué edad los niños pueden iniciar el consumo de cafeína.
El café es una de las bebidas más populares y más consumidas a nivel mundial, además de poseer muchas características beneficiosas. Por ello en este post queremos hablar sobre el consumo de cafeína en niños, cómo les afecta y cuando pueden iniciar su consumo.
¿Cómo afecta la cafeína a los niños?
Uno de los motivos por los que no es recomendable que los niños consuman cafeína, es por el efecto directo que ejerce esta sustancia. Si se consume en exceso, desencadena diversas reacciones, entre ellas: Irritabilidad, insomnio, nerviosismo, taquicardia etc.)
En los niños, estos efectos aparecen con dosis mucho más bajas, debido a que su masa es menor que la de los adultos. Las ventajas que posee el café aparecen con dosis más altas que las tolerables por los niños sin que aparezcan sus efectos secundarios, por lo que dosis más bajas no dan beneficio.
Así mismo, no es recomendable que consuman el café descafeinado, ya que como se mencionó anteriormente, en los niños los efectos aparecen con dosis más bajas. Si bien es cierto que la cantidad de cafeína en un descafeinado es menor, aún está presente.
¿Desde qué edad pueden comenzar a tomar café los niños?
Primero, debemos aclarar que el consumo de café no es de carácter obligatorio, muchas personas llegan a la adultez sin siquiera probarlo y no sucede nada. Para saber desde cuándo se puede consumir cafeína no existe una regla.
Por lo general se toma en cuenta para ello, tanto el peso como la cantidad de cafeína que ya consumen en otro tipo de alimento. Pero lo que recomendamos es que cuanto más tarde inicien el consumo, mucho mejor, idealmente cuando ya sean adultos.
¿Afecta a los adolescentes el consumir cafeína?
Desafortunadamente, ha cobrado popularidad el consumir café como bebida energizante, sobre todo para los estudiantes. De esta manera logran resistir el sueño y alargar su concentración durante la extensa noche de estudio previa a un examen.
Si bien es cierto que esto pudiese ser útil para ciertos estudiantes, el verdadero problema está en que se vuelva una costumbre. En los adolescentes, a pesar de que sus cuerpos poseen mayor resistencia que la de un niño, aun no son adultos.
Por ello, los efectos adversos derivados del consumo excesivo de café se notan en mayor proporción que en los adultos. Sin embargo, existe otra consecuencia más problemática, y es que pueden generar de manera más rápida una tolerancia al café si lo consumen con mucha frecuencia.
Esto, al mismo tiempo, conducirá a que sea necesario que ingieran cantidades mayores para que puedan obtener los beneficios del café. De esta manera se inicia un círculo vicioso, que si inicia desde muy temprano, no terminará bien.
No debemos olvidar que para los adolescentes, a la cantidad de cafeína en el café, debemos sumarle la que se encuentra en otras sustancias. Se debe tomar en cuenta la que está presente en chocolates, refrescos de cola y además, otros alimentos en los que también puede encontrarse.